¡El pañal que la cagó!

Ya pasó la fiebre viral de la campaña comunicacional de Pompis, por lo que con cabeza fría podemos discutir ciertos aspectos que no podemos pasar por alto, aquí mi pequeña lista, porque el tema da para una amplia discusión.

1. Todo lo que haga en comunicación on-line u off-line, lo dice mi marca. ¿Debería entonces insultar tan despectivamente a mi mercado? ¿Qué puedo esperar de una marca que me insulta?

2. ¡Que hablen, no importa si bien o mal, pero que hablen!. En mi caso prefiero ser un caballero anónimo que un patán reconocido, pero definitivamente la polémica es un recurso que siempre generará notoriedad, si bien la notoriedad es un primer paso, no debe ser el objetivo.

3. Embajadores de marca vs Influencers. Las marcas siempre eran muy exigentes a la hora de seleccionar sus embajadores, figuras de reconocida trayectoria, mayormente usados en ATL y RRPP, de pronto llega el "marketing digital" (que realmente es otro medio y no otra ciencia") y se acuñó el término "Influencer", que se lo adjudican a cualquier cosa que tenga más de 1000 seguidores, aunque no sepa hablar ni escribir, por mostrar el cuerpo, por su promiscuidad pública, por adicciones, escándalos, etc. ¡Gracias TV basura por dejarnos esa lacra!

4. Mucho ruido y pocas nueces. ¿Y la estrategia qué? ¿Se lanzaron productos nuevos? ¿Innovación? ¿Servicios? ¿Beneficios? ¿La estrategia era solo hacer bulla? ni un "refresh"! Pasó la ola y no vino nada más, será acaso que se cortó de raíz todo lo planificado o simplemente ese era todo el plan?

5. Cualquier idea es tan buena como la ejecución que tenga. Destacar una mamá por encima de lo normal y afirmar que la sociedad no siempre la reconoce y esta marca sí lo hace, parece una muy buena idea. Sin embargo, en la ejecución, literalmente el pañal se cagó.

Sería interesante conocer el impacto en ventas y ver lo que hace la marca después de esto, será acaso que con el tiempo el mercado olvida lo que pasó pero recuerda más la marca? personalmente, lo dudo, más bien hay una gran oportunidad para los competidores que al parecer están en coma y no han reaccionado.

Mi esperanza es que sirva de aprendizaje y reflexión para las marcas y para la sociedad, aprendamos a no dar oídos, importancia, atención a cualquier mamarracho, aunque venga auspiciado.

Como mercadólogo, en nombre de mi profesión, les pido a las mamás que por favor no confundan estas atrocidades con el verdadero marketing, esto más que una campaña, fue un error. (tanto que no lo digo yo, sino el CEO de la empresa en cuestión)


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